Aprender de las tensiones que vivimos como familia
Aprender de las tensiones que vivimos como familia.
Charla entre Pablo Vidal, Angel Tissot, Phillipe Dye, Rafael Blanco, Gabriela Ledesma, Maria Rosa Oñate, Martin Bournot, Florencia Zubeldía
Pablo Vidal
Antes que nada celebro enormemente que puedan en este tiempo reunirse para seguir reflexionando. La verdad que, cómo todos lo sabemos, es un tiempo muy difícil. No se cómo estarán ustedes, después me contarán, pero en la zona del AMBA cuando empezó la cuarentena fue un gran susto para todos, para todo el país que enseguida nos guardamos adentro, nos paralizamos también y luego con el tiempo se dio cuenta que no era para todos por igual, se fue diferenciando. El Papa en uno de sus discursos dice que la pandemia desnuda la realidad. Yo a veces hago un paralelismo con la droga. Nosotros siempre decimos que la droga en general, era la punta del iceberg que desnudaba un montón de problemas escolares, familiares, de pobreza, de oportunidades de resoluciones de conflicto etc. Hoy con la pandemia nos está pasando lo mismo. La pandemia afecta mayormente a gente más grande, pero en el otro sector donde golpea muy fuerte, sobre todo en países pobres como los nuestros, es en los sectores más pobres que tienen problemas de base respiratorios, todos tienen problemas nutricionales, todos tienen falta de agua, muchos problemas que ustedes encuentran ahí y hacen más frágil todo.
La verdad que en gran medida nos estamos moviendo sobre 4 ejes fuertes: uno es el alimentario, reforzar todo lo alimentario para las familias; otro es el tema de salud: estamos haciendo un relevamiento fuerte en el tema de los abuelos, abuelas o gente que está con mucho riesgo en los barrios donde están los hogares para poder asistirlos y en algunos casos, poder brindarles un lugar de aislamiento. Fuimos adaptando las capillas, las escuelas como lugares de asilamiento mas preventivo para gente que estaría como mas en riesgo. Otro eje fuerte es el acceso de derechos, ayudar a la gente con los trámites de anses, por ejemplo, este bono del IFE que fue una experiencia muy complicada para la gente más humilde que no tiene cuenta, que no tiene teléfono, que no tiene mail. Imagínense que cuando lanzaron ese bono se lo imaginaban para tres millones de personas y se inscribieron diez millones de personas, es un número que el estado no dimensionaba. Y otro punto fuerte es el tema educativo que ustedes deben tener muy presente porque son salesianos. Algo muy lindo que se está viviendo acá en el AMBA, pero en Rosario, Córdoba y Tucumán también que los que se están poniendo muy al hombro el tema son los chicos y chicas que estamos acompañando. Se ponen al hombro el cocinar, le llevan las viandas a los abuelos, en sostener las casas de aislamiento. Están haciendo un trabajo gigante y es muy lindo verlos como se posicionan desde otro lugar, frente a la comunidad. Eso es bellísimo.
Por otro lado y va como medio de la mano del texto. Yo escribí dos textos, uno más general y otro más específicamente con los temas de las reglas y los límites que es una gran tensión en los centros. Así como en lo general, el tema de las tensiones para los Hogares de Cristo, a los centros barriales y sobre todo a los que vivimos acompañando situaciones tan complejas, esta clave de sostener las tensiones que nos produce, es una clave de discernimiento que no estamos acostumbrados a vivir en el mundo de hoy, en tensión. Fíjense que en el mundo de hoy en general, la cultura que vivimos es una cultura de que enseguida tengo una tensión, una ansiedad y lo intento resolver en lo inmediato, no nos bancamos las pausas, toda esta cultura del yoga, esta cultura a veces berreta de vivir el hoy y si me hace bien lo vivo y si lo vivo mal lo desecho y lo descarto no se aplica a nuestra vida cristiana y menos a los centros barriales que uno lo vive mas a flor de piel.
Si uno piensa, hablando siempre a trazo grueso, una tarea que hace Cáritas en todos los lugares es el ropero o dar la bolsa de alimentos. Dar la bolsa de alimentos no te afecta tu vida, no te involucra: uno viene, pide, se anota, se la dan y el vínculo queda ahí, no se producen vínculos cercanos, fuertes, amigables como vivimos en los hogares. Y en cambio cuando uno vive los vínculos que son sostenidos en el tiempo, se da cuenta que la vida es mucho más complicada porque tiene muchas idas y vueltas. Un pibe que está mal, luego está bien y estamos contentos, después se va de vuelta a consumir y robar y qué hacemos ahora? Lo volvemos a recibir, es el mismo pibe que nos robó o nos faltó el respeto, pero esa vida para nosotros es importante y no la está alojando nadie y ahí se juegan dificultades con el equipo, con las comunidades en general.
Piensen, no sé cómo lo viven ustedes. A veces se vive con naturalidad, lo vive bien cercano, bien fuerte que produce crisis dentro de las comunidades parroquiales. A nosotros nos tocó muy fuerte en Capital, que la gente que hace las cosas bien y que participa de la iglesia, va todos los domingos a misa, reza el rosario y hasta da de comer en un comedor, cuando se viene el pibe que le robó a la vecina dice: padre o che éste le robó a la vecina y está acá en la iglesia. Eso también es parte de nuestra vida eclesial y es un desafío. Ahí lo resumía en el texto con esta parábola que habla muchísimo del Hogar, que es la parábola del hijo pródigo, que tiene un valor muy fuerte en el hogar que yo la sintetizo en la imágen del hijo mayor y el hijo menor. A veces en el Hogar estamos en ese rol de padres misericordiosos, tenemos a los pibes laburando ahí y viene el hijo menor hecho mierda y uno lo recibe, y el hijo mayor te dice: che pero ¿qué onda? ¿Qué hace este acá que lo vi consumiendo en la esquina y ahora está acá y no quiere trabajar, no quiere hacer ningún tratamiento y viene acá a vaguear porque no sabe qué hacer en su tiempo libre?. Y a nosotros se nos parte el corazón al medio, porque lo que dice el hijo mayor en ese caso y uno dice la verdad que tenés razón y es un garrón. Pero por otro lado hacemos fiesta que uno está de vuelta. Y es un momento de hacer fiesta y hacer memoria de la historia, porque a veces el que te dice che a este pibe sacalo del centro barrial, es el mismo que estaba consumiendo hace un mes.
Esa tensión entre el hijo mayor y el hijo menor es muy lindo como la resuelve el padre que en definitiva los aloja a los dos, no es que le dice a alguno de los dos andate, no entendiste nada. Sino que le dice: mirá tu hermano volvió y hay que hacer fiesta. Vení y festejá con nosotros. El decide irse a descansar, pero la invitación es a los dos.
En esto de la tensión también no hay que entenderlo fuera de una cultura que vivimos en general muy individualista. Nosotros en los hogares con las personas que acompañamos lo vivimos que pareciera que todos, en los pibes se ve mucho eso pero a veces nosotros humanamente también lo vivimos y lo necesitamos también humanamente hablando, que es el síndrome del hijo único. Todos me tienen que mirar, todos me tienen que dar bola, yo tengo que ser el más importante, y esa parábola resuelve lo del hijo mayor diciendo pará acá el que está todos los días, el más importante soy yo. El padre le dice salí de tu lugar de hijo y mirá a tu hermano que estaba muerto y volvió. Eso de sacar la mirada de uno mismo y poder mirar al otro es revolucionario. Revolucionario en el sentido cristiano que nos invita a mirar al otro, al que quedó al costado del camino, ir por los últimos. Y el Papa, si uno va leyendo cosas de él y en el Evangeli Gaudium lo dice muy claro pero lo va repitiendo en varios, él habla mucho de esto de sostener las tensiones. Por ahí no habla de sostener las tensiones como lo digo yo. Pero el Evangeli Gaudium cuando habla de los cuatro puntos del bien común, de la realidad es superior al espacio, no se si se acuerdan, el todo es superior a las partes etc, cuando él habla nos dice no tratemos de resolver por uno de sus polos. No hay algo más importante sino que los dos pasan a un ente superior y ahí se resuelve, no se liquida por uno de esos extremos.
Y esto para mí es muy claro en los hogares, cuando nosotros vivimos esa tensión del hijo menor que viene, que se manda un lio, la verdad que para resolver esa tensión lo más sencillo para sacarme ese problema de encima, es decirle a ese pibe que no vuelva más. Y mi lugar cómodo sería quedarme con los hijos mayores, los que hacen bien las cosas. Y justamente me parece que el desafío al que nos invita el Evangelio es desacomodarnos de esa comodidad y navegar mar adentro. Otro aspecto que me parece muy significativo para los hogares de Cristo de navegar mar adentro. Los discípulos siempre querían manejarse por cosas controlables, en lugares que no produzcan tensión, miedo y el desafío al que nos invita es ir mar adentro, ahí donde perdemos el control, donde las cosas se nos pueden ir de las manos. Ahí es donde pasa la maravilla.
Eso lo uno con una frase que nos dio Bergoglio al Hogar, bellísima que también la tendríamos que recuperar como el cuerpo a cuerpo, el recibir la vida como viene. Una vuelta charlando con él del Hogar de Cristo, decía que muchas veces nosotros como humanos, pero unido a esto de la tensión, intentamos tener las cosas controladas, planificadas, que no se nos vayan al lo imprevisto. Si uno ve las instituciones grandes, el estado mismo y a veces cáritas hace esa función, las congregaciones, las grandes empresas. Vieron que en las grandes instituciones está bien dividido cuáles son los roles y funciones de cada persona, de cada tarea. Hay un organigrama. No sé si intentaron hacer alguna vez un organigrama en el Hogar de Cristo, es imposible, es una dificultad muy grande, pero a la vez en la bendición más grande que podemos tener. Mismo en las comunidades terapéuticas típicas, uno lo ve a eso que intenta tener todo ordenado, controlado y el que no se adapta a esas reglas, quedan afuera. Lo mismo pasa en las escuelas, el que no se adapta, se queda afuera.
Eso nosotros lo tenemos que tener muy claro. Nosotros acompañamos a esas personas que se quedaron afuera del sistema de esas instituciones. Entonces nosotros no podemos poner la misma rigidez que esas instituciones. Yo no digo que las reglas estén mal. Son necesarias y es necesario ordenar el trabajo y poner los límites, encuadrar las cosas, pero no nos tenemos que olvidar que nosotros acompañamos a las personas que quedaron por fuera de todo eso, y partimos desde ahí.
Volviendo al caos y a las instituciones. Fíjense en las familias, y hay que mirar mucho esa imagen de la familia en grande, no están las tareas y funciones como institución. Los roles y funciones no están tampoco muy claros en una familia. Hay roles naturales, pero si el padre no puede ir a laburar y se enferma, a veces sale la madre o los hijos que cubren ese rol enseguida. No es que se queda en hora libre, sino que enseguida la familia se adapta. Una familia puede planificar tener un hijo, pero si el hijo nace con una discapacidad, la familia se tiene que adaptar a esa realidad, y se adapta.
Lo que quiero llegar con esto es que las instituciones cerradas y bien planificadas las tareas, son obra de nuestra cabeza, de nuestra racionalidad y dejan poco lugar a Dios. Esto nos dijo Bergoglio: déjenle lugar al caos, al desorden porque justamente en ese caos, en ese desorden, en ese navegar mar adentro, le están dando lugar a Dios. Le están dando lugar al Espíritu, para que pueda obrar. Me parece una imágen bellísima que va muy de la realidad que nosotros acompañamos.
No se si les pasó a ustedes, pero a veces cuando uno trae a un funcionario, o un voluntario nuevo o alguien que viene a ver el Hogar, llega y dice: esto es un caos, es un desorden, están todos los pibes dando vueltas, está todo desordenado y digo: menos mal. Y ahí de vuelta hay que dejarle lugar a Dios.
Fíjense que a nosotros la realidad se nos escapa de las manos todos los días. Es imposible ponerle el cuerpo a cuerpo a cada chico, cada chica, cada familia que nosotros acompañamos. Pero qué hacemos? Le pedimos a otro pibe, a otra familia que acompañe. Ellos solos después del horario del centro barrial se organizan, comen juntos, se visitan y van haciendo familia, y eso va haciendo comunidad. Si eso fuera tensionado racionalmente por nosotros, sería imposible. Y que el lugar sea caótico, es parte de sostener la tensión. Uno humanamente quisiera tener todo controlado pero la realidad nos muestra que eso es imposible y a nosotros con la realidad de adicciones nos lo demuestra dia a dia, porque al pibe que hoy vino al hogar lo recibimos y pasó un dia hermoso, y a la noche se puso empedo y cayó en cana y ya se nos fue de la mano.
Las tensiones nos dan claves para pensar nuestro trabajo, nuestra realidad. Tensiones entre la institución y el carisma. ¿Qué es mas importante? La institución, las reglas, los cursos o Angelito Tissot a rienda suelta? 100% Angelito yo tampoco quisiera en mi hogar, sino algo un poquito mas controlado y otros que ayuden a ponerle palabra, que ayuden a sistematizar, a planificar un poquito sabiendo siempre que nuestro discernimiento es en la realidad, en el dia a dia. Nosotros nos tenemos que poner objetivos y de hecho lo hacemos. Por ejemplo que año que viene podríamos armar una casa de esta manera, pero después la realidad te lleva por otro lado y hay que saber escucharla. A nosotros nos pasó mil veces. Teníamos una casita que la queríamos para mujeres, insistimos, insistimos y al final tuvimos que poner ahí a personas con problemas con la justicia. Y bueno, fue por ahí y fue por ahí. Pero siempre con esa flexibilidad. Si nosotros somos muy duros, muy rígidos es muy difícil acompañar la complejidad. Eso también nos tiene que quedar claro a todos. Nosotros tenemos que acompañar a todos los que viven una realidad muy compleja, que tiene muchas aristas, porque nosotros nos pusimos como objetivo acompañar la vida. Y acompañar la vida tiene muchos aspectos, muchos factores que se nos escapan de la mano.
Uno dice: el hogar de Cristo se tiene que ocupar de dar de comer. No hay mucha flexibilidad ahí porque es algo muy claro, sencillo y tiene un objetivo simple. Que está bien, es necesario, necesitamos gente que haga esas tareas simples y sencillas en el buen sentido. Pero también necesitamos gente que esté mirando y poniéndole el cuerpo a lo complejo y eso necesita estructuras más plásticas, que tengan movilidad y flexibilidad para acompañar y adaptarse a esta realidad que va cambiando todo el dia.
Imagínense, ahora en pandemia todos los hogares nuestros se adaptaron a la realidad actual dando de comer, abriendo lugares de aislamiento. Si nosotros nos hubiésemos quedado atados al acompañamiento a las adicciones, por ahí tendríamos que haber cerrado, porque todas las instituciones de adicciones cerraron sus puertas.
Abro el diálogo y después profundizo algún punto, vemos las resonancias del texto y eso.
Angel Tissot
A mi me parece muy gratificante escucharte, Pablo, y sentir que realmente somos parte de una familia grande. Lo que vos expresás, lo que va saliendo de tu reflexión es un poco lo que estamos viviendo acá. Muchas cosas que fuiste diciendo son realidades que estamos viviendo actualmente en Regina. Con alguno matices: vos mencionabas que los hogares de Cristo están haciendo esta ayuda a los abuelos, que están haciendo lugares de aislamiento. Nosotros todavía en Regina no lo vemos como una necesidad, porque acá no hay casos de coronavirus, no tenemos la situación que se está viviendo en el conurbano bonaerense.
Cuando vos vas hablando de la parábola del hijo pródigo y la lectura de navega mar adentro, de las tensiones y todo lo que fuiste comentando, me siento como muy identificado. Para mi un momento de tensión muy fuerte fue cuando comenzó la cuarentena, me sentí como muy dividido, muy tensionado porque en el equipo también había como muchas ideas, mucho desconcierto, miedo, todo mezclado. Si bien hay tensiones fuertes, estoy parado más sereno o desde otro lugar. Ya no tengo esa angustia, esa preocupación que tuve al principio, porque en el caminar se fueron acomodando las cosas. Yo creo que la clave para resolver estas tensiones, es lo que vos nos planteás ahora, es enfocarnos de nuevo en los pibes.
Cuando nosotros empezamos a hablar de los pibes, muchas de las cosas nuestras, de miradas distintas, de cosas humanas van cayendo y creo que todas estas experiencias que hemos vivido, nos está fortaleciendo mucho como equipo. Quiero creer, porque no tenemos tantas reuniones, pero se va notando un clima lindo en el equipo.
Esto de recibir la vida como viene y no planificar, el ejemplo nuestro es volvamos a poner la mirada en los chicos, no nos desgastemos con el comedor o haciéndoles casitas a la gente en el barrio o mirando la comunidad de Regina, sino acordémonos cuál era nuestro centro: acompañar a los pibes. Y habíamos planificado que la chacra iba a ser el lugar donde iban a participar los chicos que estaban mejor. Ese era nuestro cronograma, nuestra organización. Porque decíamos el centro barrial es para recibir la vida como viene, el caos. Pero en la chacra vamos a darle como un plus, va a ser un lugar donde los chicos que están haciendo un proceso un poco mejor, que tienen ganas de buscar un cambio, vamos a abrirle ese espacio. Resulta que ya estamos recibiendo pibes que nunca iban al centro barrial. Por ejemplo hay uno que hace poco intentó afanar el motor de una mezcladora en el oratorio y lo teníamos en la chacra. Y fue como el hijo pródigo porque les decíamos cosas muy lindas. Y yo también diciéndoles cosas hermosas, pero sabía que me había afanado el motor. Que le vas a decir, qué no? El no hubiese ido al centro barrial, pero por esas casualidades llegó allá. Y así te puedo dar muchos ejemplos. Así que ahora la chacra se nos convirtió en algo que nosotros no habíamos planificado. Tener también la confianza de que Dios va actuando en todo ese caos.
Pablo Vidal
Eso que traes es muy lindo. Otra imágen que a mí me ayuda mucho es: uno puede vivir la vida de Jesús en dos momentos: antes de la pasión y después de la pasión. La vida de Jesús antes de la pasión fue muy linda, muy bella, que acompaña, que todo el mundo lo escucha, que va celebrando, que es un amor más libre, mas misionero, más fresco por así decirlo. A mí me hace recordar mis primeras experiencias de misionero, o los primeros momentos de San Francisco de Asís que a mi me gusta mucho su figura. Y después, la imagen de la pasión, un corazón crucificado, que produce esas tensiones que decís vos, Angelito. Ese pibe que está acá, que celebro, me acaba de robar el motor. O después voy y el mismo chico o chica que acompaño me roba a mi, o me putea a mi. Yo creo que a vos en Itatí te habrán puteado bastante. Al que ayudás te putea porque no le diste plata, o porque le diste la mercadería el lunes y no se la das el martes explota también. Y decís, pucha yo vengo acá, doy mi corazón, doy todo y encima me putean, me escupen, me roban. Y yo creo que Jesús en todo su camino de via crucis, habrá pensado muchas veces que se vayan todos a la mierda, prendo fuego todo y chau.
Esa imágen de nuestro corazón tensionado, es la imágen del corazón crucificado. Para mí es una imágen muy fuerte en esto de la tensión, porque al mismo tiempo y de las mismas dimensiones es lo peor que le podés hacer a un ser humano y la peor muerte, al mismo tiempo es el símbolo de amor supremo, de entrega, de servicio. Esas dos dimensiones que nosotros vivimos como una montaña rusa todos los dias. El pibe que viene, que me roba, que después se mueren, que después le festejamos la fiesta de 15 al otro. Pero habla de nuestro compromiso con la realidad. Entender ese corazón que nos cuesta, desde lo humano, desde el estar cómodo, de este confort que muchas veces llaman. Cuando a veces no podía mas, cada comentario, cada pregunta que me hacían los chicos en el hogar, o sentía como un perro mordiéndome al costado; de los dolores pero a veces también de los reclamos.
Si no entendemos la realidad compleja que acompañamos, es difícil sostener esa tensión. Yo creo que el gran problema que tienen los que no viven esta realidad, y por ahí les pasa con sus parejas y amigos, es que justamente ven todo de manera simple. Y dicen ah bueno porque no quieren laburar y ojalá fuera tan fácil. Estamos todos los días tratando de conseguir laburos y cuesta un montonazo. Y dejamos la vida para que ese pibe labure y después viene uno y de manera sencilla te dice que no quieren laburar. Y es por no comprender la realidad.
Angel Tissot
Hago un comentario más a lo que vos dijiste y listo. Acá se está viviendo de manera bastante linda esto de que los chicos son parte o son los actores de toda esta ayuda para cocinar, van con Paola a asistir a los perritos, vamos a la chacra con el sentido de que estamos trabajando para el comedor, para el barrio. Le hicimos una casita a una señora con el mismo sentido y estamos como queriendo darle más fuerza en el sentido de que todo el equipo podamos animar, para darle una identidad a eso. Para mi fue muy fuerte cuando llegó Pita, una chica que es impresionante lo mal que estaba y lo impresionante de verla ahora a pesar de una recaída, lo bien que está mirando en comparación. Por ejemplo entra a cocinar con una sonrisa de oreja a oreja y pregunta: ¿sirvo para algo? Y Pita resuelve muchas cosas en la cocina. Creo que ahora cocinó ella. Estamos haciendo viandas para 160 o 170 personas ahora, y no vino la cocinera y cocinó ella y sacó adelante la comida para todos ellos. Ni ellos se lo creen y entonces estábamos pensando y vamos hablando, por ejemplo Phillipe me decía podríamos armar videítos para que ellos mismos se vean o para que la gente los vea, porque a ellos les cuesta mucho creerse que son útiles o que están haciendo algo bueno. No lo creen. Siempre fueron reconocidos por lo malo que hacían. Hoy me llama Caripela, le digo al equipo, y me pedía el teléfono de Juani. Juani es el abogado. Le doy el teléfono, no sé que pasó que no se pudieron comunicar y me llama de nuevo Caripela. Yo pienso que estará queriendo pedir. Y me dice, no sólo lo quería llamar para saludarlo y también decirle a usted que estoy trabajando, que estoy bien, que no estoy consumiendo todos los días, que quería saber cómo estaba usted de salud. Esa actitud de Caripela, ¿quién iba a pensar no?
Caripela es uno de los que nosotros pensamos que tenía que ir a la chacra, y se nos fue a trabajar a otro lado. No se si está bueno que vaya a trabajar a otro lado, porque Caripela con plata va a hacer macanas, pero bueno, las vueltas de la vida. Hay que dejarlo a Dios en esos lugares, nosotros ya no podemos resolver nada.
Phillipe Dye
Apoyando lo que decías vos Angela recién. Tuvimos una muy buena experiencia con la leña, que cuando se vino el frio se empezó a juntar leña. Los que distribuían en el barrio eran los mismos chicos y queda una experiencia hermosa de que la ayuda a la gente con problemas, llegaba a través de los mismos chicos del Hogar. Eran los que estaban rechazados y hoy están en primera línea. También me acuerdo cuando se quemó una casa y los primeros que llegaron a ayudar, son los chicos nuestros. Un cambio de actitud enorme en esos chicos. De chiquitos pasaron a ser gigantes en sus actitudes y eso es fantástico. Otra cosa importante que se ha vivido en estos tiempos es la actitud de la comunidad parroquial y mucho más allá en la comunidad en general en cuanto a la solidaridad para poder llegar a los que más necesitaban. Y hemos debatido mucho con Angel por la actitud de la Municipalidad que mucha de esa ayuda llegó a la parroquia y de la parroquia al grupo, ero porque sabían que ese era el único camino que existe en nuestras comunidades para llegar a estos lugares marginales o a esta gente que realmente necesita. Porque por otros caminos que ni siquiera vale la pena desarrollar, han fracasado.
Retomando tu imagen sobre la canalización de la solidaridad o pongámosle el nombre que queramos, llegó casi a través del caos, de lo que menos estamos preparados, de lo que menos hay estructura. Si uno va a los hechos, hay trabajadoras sociales, hay acción social del municipio, hay mil organismos que gastan fortunas, sueldos y no llegan a ningún lado. Y esa ayuda como vos dijiste, llegó a través del caos. Tuvimos esa experiencia de que nos pidieron a nosotros qué tenían que hacer para poder llegar a estos lugares tan complicados en tiempo de cuarentena. Creo que lo que más se sufrió acá fue que la gente que vive al dia, que tiene una changa no la pudo desarrollar, porque el virus no se lo permitió y eso fue lo que hubo que atender prioritariamente. Al grupo nos tocó atender esas situaciones en primera medida. Y de la nada, con poco, con la colaboración de Angel, se armó una recolección diaria de comida, de donaciones, de gente que quería participar y se logró un resultado impresionante porque de uno o dos comedores, ahora hay cinco en la ciudad y todos abastecidos y con una estructura informal donde nadie tiene un rol determinado y está funcionando. Son cosas impresionantes que se pudieron definir. Lo único que nos queda hacer en este momento, es meternos de vuelta en esa onda, sabiendo que todas las estructuras habidas y por haber en general no están funcionando y hay que ir a lo desconocido y al mar abierto y tirar las redes ahí para pescar porque tenemos que ser capaces de eso hasta por una cuestión de sobrevivencia.
Pablo Vidal
Es muy loco que con la plata y espacios físicos que tienen los gobiernos para llevar la comida, y lo terminan haciendo los descartados de la sociedad: los pibes que no van a la escuela, que estuvieron presos. Tenemos que ser muy conscientes de eso, porque es algo muy profético. Muchas veces en los hogares se piensa lo profético, a veces por eso de resolver la tensión fácil, que lo profético es hacer una carta de denuncia y para nosotros lo profético es hacer la denuncia a través del trabajo. Y el trabajo es, esos pibes que eran los descartados, hoy son los que te llevan la comida. Y eso hay que filmarlo, a los pibes hay que animarlos con eso. Nosotros hace tiempo peleamos para que los pibes se puedan ubicar desde otro lugar en los barrios y cuesta un montón. Pero ahora en el tiempo de la pandemia, es muy claro, muy visible porque es de lo poco que está parado.
Florencia Zubeldía
Yo quería contarte un poquito de la obra también, pero estoy en la parte de hogares de chicos, chicos que están para adopción o en proceso de. Asi que esto fue un golpe muy grande y estamos en un momento muy crucial de los hogares, estamos justamente tratando de redefinir nuestro proyecto y esto de institución-carisma. Cuánto de estructura porque estamos muy limitados por las leyes de minoridad, hasta donde podemos acompañar, hasta donde las decisiones, y por otro lado toda la energía que uno tiene. Si bien esto fue conflictivo y rompió la estructura existente, también ayudó a aflojar todas estas tensiones que circulan y a veces están invisibilizadas incluso para los chicos. Ellos viven la tensión de aceptarnos como familia y de renegar de esa realidad que les toca vivir, de no estar con la familia que quieren u obligados en otro espacio. Esta tensión ellos la viven permanentemente.
Esto de cuidarnos entre todos fue para ellos un impacto muy grande y ha ayudado un montón a fortalecer los vínculos de educadores, de chicos, de chicos con la comunidad. Las nenas estaban aburridas por ejemplo y conseguimos unas maquinitas de coser. Fuimos al hospital a ver qué necesitaban e hicieron botitas, barbijos. En el barrio salieron a repartir ropa en esto de sentirse parte. Esto de cuidar a otro y salir del lugar de ser cuidado, de ser el que necesita respaldo. Esto de hacer algo por el otro los ha movilizado sobre todo a los adolescentes. Nos permitió encontrarnos con ellos desde otro lugar, y esto está bueno.
Pablo Vidal
Maravilloso y maravillosa reflexión y en eso fíjense cuánto hay hablado de los menores, cuántos derechos hay escrito, convenciones internacionales. Hay muchas cosas y que si uno las lee, son muy buenas y buscan un bien y luego esa ley es la que nos ata las manos. Se busca tanta institución, tanta regla, tanta protección pero luego nadie se hace cargo de esos pibes porque nadie los quiere tocar y es lo más paradójico en cuanto a institución, en cuanto a querer ordenar todo mentalmente para bien, porque de vuelta no está buscando el mal, pero nos ata las manos a los que queremos hacer las cosas bien.
Y en eso, no sé si sabías Flor y de paso te invito, hay un equipo de infancias en el hogar que está laburando muy lindo.
Si cada uno se mira a uno, decimos estamos re locos, pero cuando uno se encuentra con un montón de locos uno dice, bueno tan loco no estoy, hay otro peor.
Rafael Blanco
Dijiste algo que cuando Francisco toma la idea de la tensión, pero no lo dice con estas palabras sino lo dice en la Evangeli Gaudium. Pensaba cómo vivir estas tensiones, este caos y vivirlo también desde la alegría del evangelio. Cuando la quintita está ordenada no hay problemas, pero cuando se despelota decís qué pasó acá? Y es una invitación a la conversión también para descubrir que en ese caos, se está configurando un nuevo orden.
Nos ha pasado muchas veces en el acompañamiento a los pibes que estaban en consumo, que provoca un simbronazo en la comunidad. En un momento veías esto de está buenísimo, pero en otro el nerviosismo. Navegar mar adentro es un salto de fe.
Pablo Vidal
En la fiesta del hogar y en la fiesta en sus lugares, se viven, se sienten, se ve la sonrisa de los pibes. Un error muy grande de la iglesia, es que muchas veces vendemos una imágen romántica del evangelio o de los santos. Uno vende una imagen romántica de Jesús echando a los vendedores del templo. Decimos Jesús fue y echó a los vendedores. Ojalá lo hubiese hecho con esa tranquilidad, pero en realidad la re pudrió. Y uno lo vende romántica para que a nadie le caiga mal.
Si conocen gente que fue a ver a la Virgen de Salta en el cerro, los que van dicen yo sentía mucha paz, sentía olor a rosas, me sentía tan bien y eso les confirmaba a ellos la presencia de la Virgen.
En mis primeros años del hogar yo decía, la verdad que yo lo que menos siento es un rico olor, no siento paz porque uno tiene que sincerarse con los sentimientos, y a veces decís a este pibe no me lo banco por trayectoria personal, por la historia de uno, a este pibe no lo soporto, me produce odio. Y está bien poder decirlo en el equipo. Los chicos que viven en capital vienen muy rotos, con las manos muy sucias y muy sucios de estar en calle, y son olores nauseabúndos. Pero si Jesús está en los pobres, tiene sus olores. No tiene olor a rosas. Pero la realidad de los pobres no es esa, o por lo menos la de los pobres que nosotros acompañamos. Ese sufrimiento de sensaciones internas que sin dudas cuando uno lo va superando, va apareciendo esa alegría verdadera que decías vos Rafa. En un primer momento tengo miedo que me robe, estoy atento por lo menos en el caso mio, tengo miedo que me saque algo de los bolsillos. En el tiempo cuando se van superando esas barreras, en esto de seguir mar adentro, sigo apostando acá, sigo teniendo fe, se produce el verdadero encuentro y la verdadera alegría.
Si uno puede superar esas tensiones de no sentirse bien al principio, es un proceso de conversión y yo les aseguro, que no te vas mas. No hay marcha atrás. Si esta charla les gusta, ya están jugados.
Maria Rosa Oñate
Siempre el evangelio se hace nuevo cuando lo volvés a escuchar, y cuando hablabas sentí como que me bajabas de un hondazo y me quedaba con eso que decías de cambiar la mirada, no de ubicarnos desde el lugar del hijo mayor ni del padre, sino del hermano. De bajarme de ese lugar y estar en la misma línea, de alegrarme y de saber que nuestro centro es el lugar que acoge a estos que quedaron afuera de otros lugares: de su propia familia, de la escuela, de distintas instituciones o lugares donde los echaron o no se sintieron cómodos. Me movilizó esa parte de decir, bueno de ubicarme como un hermano que recibe y a veces cuesta más todavía que en los pibes, con el equipo, de hermanarnos. De sentir hermano al otro, de alegrarse, de recibirlo y esta tensión interna que vamos viviendo todos. Yo siento que las tensiones purifican las opciones que uno hace.
Pablo Vidal
Uno lo que se da cuenta es que lo que está viviendo interiormente en esta vida, en esta opción que hacemos, es un proceso de conversión muy grande, personal y comunitario. Y me ayudás a aclararlo. Lo que uno se va dando cuenta en este camino, es que recibir la vida como viene no es solamente a los más pobres. Este recibir la vida como viene termina siendo como un estilo de vida. Un camino que hay que hacerlo con los voluntarios que llegan, con los equipos, con la familia, con los amigos. Con la iglesia que a veces sentimos que no nos comprende. A veces con el estado, que sentimos que no ayuda. Este recibir la vida como viene y este modo de mirar al otro, es una manera de caminar. Es una manera que elegimos caminar como personas, como comunidades hacia Dios.
Martín Bournot
¿Cómo lo interpretan ustedes la penitencia a una persona?
Pablo Vidal
Cómo siento el hogar me hace acordar a los inmigrantes en Europa. Los inmigrantes intentan ingresar a Europa, Europa los recibe con cuchillas literalmente y los dejan morir en el mar. Yo siento muchas veces que el hogar es ese barco. Vieron que hay organizaciones e incluso la iglesia tiene un barco que va recorriendo y rescatando a los inmigrantes que quedaron ahogados en el Mediterráneo. Los inmigrantes no tienen puerto donde aterrizar. Y en el hogar muchas veces estamos rescatando a gente que saltó al mar, que se está ahogando, que intenta llegar a un puerto que muchas veces es un acceso al trabajo, a una vivienda, a una vida digna y no encuentra aterrizaje.
Nosotros vamos subiendo a todos esos en un barco. Ese barco se empieza a tensionar, porque tenés a varios ahí. Entonces no podés poner una sanción expulsiva. Yo creo que el primer paso de entender las sanciones, más que penitencia, es que la persona pueda entender el acto que realizó. Es difícil porque son personas que muchas veces no terminaron el colegio, no tienen mucha comprensión de los actos, hay que desarrollarlo. Esas sanciones tienen que ayudar a que la persona sea consciente de lo que hizo. Las sanciones tienen que ser no como latigazos, sino como aprendizajes. En eso hay que formarse también y hay que aprender y discutirlo mucho en los equipos. No decirle al pibe, te sanciono por un año y por un año no venís. Sino poner un dia, una semana, algo que sea medible y la persona lo pueda interpretar que no es para toda la vida, sino por un dia o una semana y a veces poner límite pero que permita abrir otras puertas. Por ejemplo acá no podés venir más por un mes, pero si venís a la parroquia si es una situación grave, podés venir a comer.
Después ser flexibles también con lo que pasa dentro del centro barrial. Ahí ser adaptables y entender que a los pibes muchas veces la violencia o las cosas que traen al centro barrial, no es que vienen y dicen la voy a romper. Generalmente vienen de su casa en la que acaban de sufrir una situación de violencia, de que no consiguieron trabajo que es una situación de violencia y llegan al centro barrial y explotan ahí. Hay alguien que los escuchó y alojó y explotaron ahí. Hay que tener mucha lucidéz para interpretar las cosas. Hay que tener lucidéz y mucha discusión y reflexión en los equipos. Por eso es tan importante las reuniones de equipo, porque no es alguien que toma la decisión de una sanción, sino es la institución que toma la decisión. Por eso hay que discutir mucho en los equipos esas cosas. Discutirlas, trabajarlas, pensarlas, ser criteriosos.
Nosotros tenemos en el hogar básicamente dos reglas: no llegar drogado o alcoholizado y haya violencia. Una vez vino un pibe alcoholizado y lo primero que me salía en esto de resolver las cosas sencillas, era estás alcoholizado, andate. Y le digo porqué estás asi? Porque acabo de ver a mi mujer con otro en la cama. Y se puso a llorar. Y lo hice ingresar al centro barrial para charlar y luego se fue, no se quedó. Pero si uno enseguida aplica la regla, hay que siempre pensar cuál es el sentido de la regla que hay detrás. Porque siempre tiene que tener un sentido, un fin pedagógico, no solo un fin expulsivo. Nuestras reglas tienen que ser coherentes con una práctica y un sentido de cuidado, de aprendizaje y hay que revisarlo todo el tiempo a eso.
Florencia Zubeldía
Hay un concepto jurídico que a mi me ayuda a pensar en esto y que lo venimos trabajando con los hogares. Toda medida que tomo, toda medida de sanción pensarla desde el interés superior del otro. ¿qué es un interés superior? Aquello que le va a hacer un bien. ¿Lo voy a castigar porque estoy enojada? ¿Por qué me frustra la situación? ¿Por qué hay una regla que lo indica o porque quiero que haya una instancia de crecimiento con esto? ¿desde qué lugar pienso la sanción? Lo voy a castigar pero ¿para qué? ¿Qué quiero lograr con esto? Buscarle el sentido pedagógico.
Pablo Vidal
Tal cuál, porque eso es sostener la tensión. Lo simple es expulsarlo, sancionarlo, es usar la regla en beneficio propio porque a mi me jode que esté acá o haga eso. Si uno cambia la mirada del otro y busca el sentido es parte de sostener la tensión y requiere un segundo momento.
Gabriela Ledesma
Me gustó mucho esto que decías de los inmigrantes y que europa va cerrando las puertas. Y es un barco lo que va recibiendo esto. Me sentí muy identificada, nunca pensé el año pasado a los hogares de Cristo. Me sentí movida por esto que dijiste. Creo que hay un lindo espíritu, lo extrañamos al padre Alfre pero nos dábamos cuenta que había un espíritu que continúa y es el espíritu del Señor.
Martín Bournot
Una consulta más y muchas gracias por este momento a todos. ¿cuándo crees que es imprescindible estar presente? ¿cómo ven ustedes el ser imprescindible en el lugar? Porque un día falta alguien de los voluntarios o falto yo y supuestamente son imprescindible y no es asi a lo mejor.
Pablo Vidal
En la realidad que trabajamos nosotros es tan difícil porque siempre estamos jugando con menos jugadores, con menos plata, con menos recursos. Estamos enfrentando al Goliat con David. Saber que siempre es una realidad que por si nos desborda. Si, sincerarnos con nosotros mismos de decir yo me puedo comprometer a esto, a estos días, a este tiempo. Ser sinceros con el equipo para poder en eso tener una planificación de cuánto estamos abiertos.
Yo no le exijo a los hogares estar abiertos de lunes a lunes, ni tampoco las 24 horas. Cada hogar es fiel a lo que tiene. Eso lo ofrecemos: dos días, todos los días a la mañana, pero ser sinceros y lo poco que tenemos ofrecerlo.
Si hay alguno que es fundamental en el equipo, nosotros nos tenemos que sostener en un equipo y en una comunidad. Y si falta uno tiene que haber alguien que lo reemplace y ninguno de nosotros debe ser demasiado importante, porque cuando se va esa persona, que es la historia en tantos lugares en la iglesia, los proyectos se caen.
Cuando los proyectos son de abajo, de la comunidad, del barrio es cuando se sostienen en el tiempo.
Angel Tissot
Hay una cosa muy linda que pasó el lunes. El equipo de cocina por distintos motivos, quedó muy reducido. No fue Daniel, no fue Norma, yo estaba enfermo, Ulises no está yendo y la preocupación era que había que darle de comer a un montón de gente y no había nadie. Y el informe que hace Angel Martinelli que es el chico que convocamos para que haga el programa de radio, que ahora está un poco al frente del comedor. El dice fue muy lindo porque el protagonismo lo agarraron los chicos a full. Fueron ellos realmente los que tuvieron que cocinar.
Este tema de lo imprescindible es a veces un mambo nuestro, es como que yo me creo imprescindible, pero nada que ver.
Bueno Pablo muchísimas gracias. Capáz que en otro encuentro lo podemos seguir a partir de otro texto quizás o lo que vos quieras, porque siempre nos va a ayudar a seguir creciendo.
Gracias por el tiempo y la compartida!
Pablo Vidal
Muchísimas gracias por el tiempo. No sé cómo lo sintieron ustedes, pero yo vengo haciendo varias reuniones virtuales y las sufro de muchas maneras y esta la verdad les digo de corazón la disfruté muchísimo y los sentí muy cerca.
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