Se trata de un grupo de laicos que en Gualeguaychú, organizaron este hogar, siguiendo las directivas del entonces cardenal Jorge Bergoglio. Son una organización de tipo horizontal, que apuntan a contener a personas enfermas que consumen algún tipo de drogas.
Con motivo de la entrega del Palio por parte del Nuncio Apostólico a Monseñor Jorge Lozano, estuvieron en la provincia de San Juan, referentes del Hogar de Cristo que opera en Gualeguaychú. Tiene que marcarse que Monseñor Jorge Lozano viene de esa diocesis y en la misma trabajó con la comunidad muy de cerca, donde le quedaron amigos, que lo acompañaron en esta ceremonia, importante para la vida del religioso.
El grupo integrado por Dardo Caraballo, Francisco Sobral, Alejandro Gallay y Juan Pablo Marconi, del Hogar de Cristro, estuvo acompañando al Arzobispo de San Juan de Cuyo.
Respecto a estos Hogares de Cristo, se tiene que decir que son una creación del Papa Francisco cuando estaba en Buenos Aires. A los mismos los organizo junto a los curas Villeros que tienen una importante labor de contención social en los sectores de bajos recursos.
Sobre lo hecho en Gualeguaychú, Jorge Caraballo afirmó que “ el Hogar de Cristo que tenemos es el primero del interior del país, en una ciudad de provincia con vecinos de una ciudad más pequeña”.
“Lo que se tiene es una idea audaz del papa Francisco y de los curas villeros. Con esto pensamos que podríamos manejar el tema de las drogas en nuestras provincias y el interior del país”.
Esto ha llevado que con el tiempo “hayan más de 60 centros barriales y hogares de Cristo en todo el país, que todavía siguen siendo desproporcionados frente a lo que ha crecido la droga y el usos de sustancias en el país”.
Sobre el trabajo que realizan remarcó que “consisten en un abordaje comunitario para la vida. Un grupo humano que funciona como una familia, ampliada, que trata de volver a la persona todos los vínculos que ha perdido por el consumo de drogas”.
Esta perdida del vinculo se refiere a temas que lo hacen feliz. “Disfrutar una comida típica, o sencilla de su casa, festejar su cumpleaños o el vínculo afectivo con sus seres queridos. Todo esto lo va desplazando el consumo de drogas, pierde todo vinculo con lo que lo hace feliz y al quedarse solo, a veces lo único que le queda es la mirada al cielo, donde poder prenderse. Los Hogares de Cristo, son los que van dando esa posibilidad para que la persona recupere esos vínculos fundamentales para que la persona pueda desarrollar toda su potencialidad”.
Agrega que “cuando la persona se ha quedado sola o excluida y está en el lugar donde lo hemos dejado, en el descartado porque ya no nos sirve para el consumo o la pirámide del éxito, los dejamos de lado. Es cuando el hogar de Cristo tiene una importancia fundamental ya que es un espacio de bajo umbral donde cualquiera puede entrar, donde cualquiera puede dejarse ayudar. Solo con el deseo de dejarse ayudar y que nos den una mano. Este tipo de casos a nosotros nos completa cuando damos una mano, nos potencia y nos ayuda a sanar nuestras propias heridas. O sea que nos tocamos en nuestro propio dolor”, dijo Caraballo.
El laico remarcó que “nos hemos sorprendido cuando llegamos en colegios de Caucete y hablamos con los chicos y rápido se repite lo mismo que en otros sitios. El consumo del alcohol es muy alto en cualquier lugar del país. El mismo comienza en edades tempranas que van desde los 12 a 13 años y hay un alto consumo de marihuana con una baja percepción del riesgo”. Es por esto que define que es muy necesario que los Hogares de Cristo se instalen en distintos puntos para cumplir con su labor social, tanto como otras instituciones que tienen misiones similares.
“Lo que tiene que existir es una comunidad que aborde esta temática y lo importante es que sea lo más heterogénea posible, no hace falta ni ser médico, psicólogo o abogado, si esas personas prestan sus conocimientos, favorece la instalación de este tipo de instituciones”, detalló el laico.
Es por esto que remarcó que “un Hogar de Cristo se instala a partir del momento en que una persona quiere escuchar, que esté la posibilidad de una persona que sepa dar un abrazo y que haga un lugar en su corazón para alojar la angustia de esa situación de vida conflictiva”.
Respecto a la labor que tuvieron en Gualeguaychú con Monseñor Jorge Lozano afirmó que “fue un impulso, una motivación permanente, fue una motivación permanente a vivir la misericordia de Dios, no solo como un cristiano de una hora por semana, sino de lunes a lunes. Esto llevó varios años de trabajo y Jorge Lozano fue nuestro impulsor, que nos sostuvo en todas las dudas del comienzo, el que nos dio animo y que nos convenció que podíamos hacerlo”.
Sobre el trabajo que vienen haciendo remarcó que “es un trabajo integral y el consumo es como la fiebre, pero no la causa profunda de lo que la está provocando”. Agregó que “hay una cantidad de eventos que se han dado en la experiencia de vida de estas personas y hay que tratarlos de ayudar.
En cuanto a la posibilidad de que se instalen en San Juan, dijo que “sería una muy buena alternativa que puedan sumarse al trabajo de cada una de las instituciones que hay. Sería muy bueno que nuevos hogares de cristo se desarrollen en San Juan, no solamente en un lugar, sino que se reprodujeran en varios sitios, no solo para los hombres sino también para las mujeres”
Para leer la nota original online del Diario El Zonal: http://diarioelzondasj.com.ar/hogares-de-cristo-sitios-para-luchar-contra-las-drogas