Notas

Monseñor Gustavo Carrara recibió su ordenación episcopal

Buenos Aires (AICA): Monseñor Gustavo Oscar Carrara, designado obispo auxiliar de Buenos Aires, recibió este sábado 16 de diciembre su ordenación episcopal en la catedral metropolitana, rodeado por más de un centenar de fieles de la Villa 1-11-14 del Bajo Flores porteño. Eligió como lema episcopal: “Compartir con los pobres la alegría del Evangelio”, renovó su compromiso en la opción preferencial por los pobres y destacó el gesto de un grupo de ex combatientes de Malvinas que le obsequiaron el Monseñor Gustavo Oscar Carrara, responsable de la pastoral en las villas de emergencia, recibió este sábado 16 de diciembre su ordenación episcopal en la catedral metropolitana de Buenos Aires, rodeado por más de un centenar de fieles de la Villa 1-11-14, del Bajo Flores porteño, y eligió como lema episcopal: “Compartir con los pobres la alegría del Evangelio”.

El consagrante principal fue el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires, y los coconsagrantes fueron el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea; el rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), arzobispo Víctor Manuel Fernández, y los obispos auxiliares de Buenos Aires monseñor Joaquín Sucunza y monseñor Ernesto Giobando SJ.

Participaron de la celebración eucarística los obispos Eduardo García (San Justo), Guillermo Rodríguez-Melgarejo (San Martín), Fernando Maletti (Merlo-Moreno), Gabriel Barba (Gregorio de Laferrere), Juan Carlos Ares (auxiliar de Buenos Aires), Jorge Torres Carbonell (auxiliar de Lomas de Zamora), Alejandro Giorgi (auxiliar de Buenos Aires), José María Baliña (auxiliar de Buenos Aires), Han Lim Moon (auxiliar de San Martín), Enrique Eguía Seguí (auxiliar de Buenos Aires), Oscar Miñarro (auxiliar de Merlo-Moreno), José Luis Mollaghan (arzobispo emérito de Rosario) y Alfredo Zecca, arzobispo titular de Bolsena, entre otros.

También asistieron los obispos electos Alejandro Benna (auxiliar de Comodoro Rivadavia) y Jorge García Cuerva (auxiliar de Lomas de Zamora), más de 100 sacerdotes y más de 30 seminaristas.

“Compartir con los pobres la alegría del Evangelio”
“Recibí muchos saludos en este tiempo pero entre los que me sorprendieron está el de aquel muchacho al que le llevamos de comer en la noche de la caridad y al acercarse a la camioneta me mira y me dice, ‘lo felicito, me dijeron que va a ser obispo’. Y aquí va este saludo con la frase lema que elegí: Compartiendo con los pobres la alegría del Evangelio”, explicó.

“Aquí no se trata solo de dar de comer a un pobre, sino de considerarlo digno de participar en mi mesa. Es pasar de la generosidad a la comunión. Llegar a decir es de nuestra familia”, agregó.

El flamante prelado afirmó que “el Evangelio de Jesús es claro: permanecer cerca del pueblo especialmente de aquellos que están solos, débiles y necesitados. Ser su amigo, su hermana, su hermano, hacernos prójimos, hacernos familia y dejarnos anunciar la Alegría del Evangelio”.

Monseñor Carrara trajo a la memoria su bautismo en la basílica de Luján el 13 de octubre de 1973, al expresar: “Mi papá y mi mamá, mis padrinos y la familia me llevaron a bautizar allí por una promesa, como lo hacen miles cada año”.

“Lo destaco porque Luján es Luján. Nuestra patria tiene allí a su Madre, ella es la Madre del pueblo. Allí la Virgen nos enseña el camino para cuidar a la patria, este empieza por cuidar a los más pobres. Allí hay que dejarse mirar por los ojos buenos de la Virgen para encontrar la misericordia de Dios. Le pedimos así a ella que le rece a Dios por nosotros con la confianza de saber que en sus labios la oración suena más dulce”, destacó.

“Y hablando de peregrinar podemos decir que la vida del cura, la vida del obispo –como nos recordara el cardenal Bergoglio en la última reunión que tuvimos aquí cerca con los curas de las villas- es caminar con el pueblo de Dios que se le ha confiado”, recordó.

El prelado insistió en recordar las palabras del hoy Papa: “El cura, el obispo, ‘a veces estará delante para indicar el camino y cuidar la esperanza del pueblo, otras veces estará simplemente en medio de todos con su cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones deberá caminar detrás del pueblo para ayudar a los rezagados y, sobre todo, porque el rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos’”.

“También destaco otro gesto entre muchos que recibí, como este báculo que me regalaron un grupo de ex combatientes de Malvinas, ellos que alguna vez se sintieron olvidados me lo regalaron porque entienden –me dijeron- que el ministerio episcopal es en primer lugar servicio a los olvidados que Dios no olvida”, subrayó.

Para ver nota original Online: http://www.aica.org/31674-monsenor-gustavo-carrara-recibio-su-ordenacion-episcopal.html