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Gestión institucional comunitaria – Yolanda Galka y Mirta Tejerina

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Gestión institucional comunitaria – Yolanda Galka y Mirta Tejerina

Yolanda Galka y Mirta Tejerina

CB y Comunitario María de Guadalupe, Merlo-Moreno, Prov. Buenos Aires

Junto con Mirta hemos recorrido un camino largo con las Comunidades Eclesiales de Base, y ahora Dios nos puso también en lo que son los Hogares de Cristo, los centros barriales. Junto con el equipo coordinador empezamos a detectar lo parecido que son esos dos recorridos.

No sé qué habrán pensado cuando decidieron elegir este espacio que dice: “Gestión institucional comunitaria”. Seguro que han pensado: va a ser algo de la administración de empresas.

– ¿Qué pensabas vos?

– Justo lo contrario a gestión de empresas. Más bien cómo compartimos la tarea y la llevamos adelante entre todos. Me parece que la experiencia que supongo que compartimos, una tarea como la que se lleva adelante en el centro barrial no es decisión de una sola persona, sino que se hace con el equipo y que entre todos pensamos y después vemos quién ejecuta. Me parecía que tenía que ver más con eso.

– Va a ser algo de administración de empresas pero también con un fundamento muy fuerte de espiritualidad. De la motivación más profunda, de la raíz de dónde venimos y qué es lo que nos impulsa en ese caminar. Vamos a pensar cómo encarnar la Buena Noticia de Jesús en lo que es el funcionamiento de una institución que es un centro barrial, un Hogar de Cristo. Por más que no queramos usar la palabra institución, nos damos cuenta de que detrás de la mística que nos impulsa está también todo el tema de las gestiones, el tema económico, la colaboración con otras instituciones… Y viviendo en una sociedad tenemos que adoptar también esa modalidad de institución, pero no cualquier institución. Una institución que sea la encarnación de la Buena Noticia de Jesús.

¿Cuál es la identidad de quienes estamos comprometidos con esta tarea en los centros barriales? Nos impulsa la fe. La fe en el Dios de la vida que se nos dio a conocer a través de Jesús y entonces nosotros somos discípulos misioneros de Jesús. Esto en lo concreto, ¿Qué significa? Que tratamos de pensar, sentir, relacionarnos con los demás, trabajar, tomar decisiones, a modo de Jesús; como Jesús nos enseñó. Eso de una u otra manera tiene que reflejarse en la gestión de los centros barriales, de los Hogares de Cristo. Es lo que estamos haciendo día a día y es muy importante que tengamos la claridad de lo que estamos haciendo, porque nuestra misión es hacer presente el Reino de Dios: ser presencia de ese Reino. El Reino de Dios que es la plenitud de vida para todos.

Ese es el panorama que nos abre Jesús para nuestro trabajo, para nuestra misión. Ahora nos preguntamos: ¿Qué es lo que estamos haciendo?, ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de la gestión institucional comunitaria? ¿Cómo transformar nuestro seguimiento de Jesús y la misión que nos confía en el funcionamiento de una institución donde esto tiene que ser visible? Por eso dije: es en parte espiritualidad, en parte administración de empresa. Pero más que nada, es el seguimiento de Jesús.

Aún en esos procesos artesanales siempre tiene que estar de fondo la pregunta de si lo cotidiano lo vamos viviendo al estilo de Jesús. Por eso, les propongo hacer como una pequeña revisión de nuestras prácticas institucionales, revisión de vida -si quieren- a partir de las palabras de Jesús. Se podrían citar distintos pasajes del Evangelio, pero elegimos uno del Evangelio de Mateo para que ilumine nuestro caminar comunitario: “Pero ustedes no esperen que la gente les llame maestros porque ustedes son como hermanos y tienen solamente un maestro, no le digan padre a nadie porque el único padre de ustedes y que ustedes tienen es Dios que está en el cielo, tampoco esperen que la gente los trate como líderes porque yo el Mesías soy el único líder”.

Fíjense qué desafíos nos presenta Jesús. El desafío de las relaciones igualitarias. Jesús nos pide a sus discípulos y seguidores, los que continuamos su misión, que formemos comunidades de iguales. Comunidades de discípulos con relaciones de igualdad.

Este es el fundamento de todo lo que vamos a compartir. ¿Cómo son las relaciones en nuestros equipos?, ¿Cómo nosotros, a través del funcionamiento del equipo de coordinación de la comunidad del centro barrial, reflejamos lo que dice Jesús de formar comunidad de iguales? Implica guiarse por un determinado modelo de las relaciones interpersonales.

Tradicionalmente se habla de dos tipos de modelos de las relaciones dentro de un grupo: las relaciones verticalistas, piramidales, y el modelo circular.

El modelo verticalista – piramidal refleja relaciones de desigualdad y el modelo circular las relaciones de igualdad donde no desaparece, ni se desdibuja, el tema de la coordinación. Hablar de animación nos resulta mejor que hablar de liderazgo, ya que la animación se maneja de otra manera. En el modelo piramidal la persona o el equipo de animación está arriba y todas las interacciones van del líder o del equipo hacia abajo. En el modelo circular: todo circula. Circulan los roles, circula la información, circula el saber, circula el poder. El poder que evitamos muchas veces como si fuera mala palabra pero no lo es. El poder es la posibilidad de transformar. Se convierte en algo negativo cuando se pega a uno y no llega a otros. Entonces el poder tiene que circular.

Pensando en nuestras prácticas: ¿Cómo podemos que en el Hogar de Cristo o en nuestro centro barrial fluya la dinámica del modelo circular? Aunque parezca que está todo dado, tenemos condicionamientos culturales, de educación que a veces surgen. Entonces constantemente poder preguntarnos: ¿Cómo llevar adelante este modelo circular para que no existan esos juegos de poder o el personalismo que, a veces, puede tener algún miembro?

Las dependencias existen y tienen que ver con las personalidades. ¿Cómo hacer para que nuestro modo de llevar adelante el Hogar de Cristo, un centro barrial, no sea el reflejo de un juego de poderes de una estructura jerárquica o verticalista (de los gobiernos por más democráticos que se llamen, de las empresas, de nuestra Iglesia también tenemos que reconocer) sino que tenga como paradigma, como modelo, la propuesta de Jesús de una comunidad de iguales? ¿Cómo es la gestión del centro barrial al que pertenezco?, ¿Es comunitaria o es individual? Estamos muy atravesados por lo institucional y las estructuras de una institución nos atraviesan muchísimo.

La propuesta es desestructurarnos y ver si estamos trabajando en equipo. ¿Qué es para nosotros trabajar en equipo? ¿En nuestro modo de hacer las cosas buscamos eficiencia o inclusión? En una sociedad donde parecería que lo importante es la eficiencia, los logros, ¿qué buscamos nosotros? ¿Qué diferencia hacemos consciente o inconscientemente dentro de un mismo equipo? ¿Cómo circula la información?

Un aspecto del trabajo grupal es la información que también tiene que ser de todos ¿Cómo se toman las decisiones? ¿Quiénes la toman? ¿En comunidad? ¿O en un sector nada más? ¿Cómo se manejan las diferencias que tenemos por ser personas? ¿Y los conflictos? ¿Cómo se encaminan las gestiones? ¿Cómo se establecen y se mantienen los contactos? Puede pasar dentro del equipo que una sola persona sea “dueña de los contactos” y no los transmita. Por cualquier motivo, cuando la persona no está, todo queda trabado y no se puede hacer nada. Esta propuesta espiritual de las relaciones interpersonales afecta o agiliza el trabajo de un modo bien concreto.

¿Cómo es el manejo de los fondos? Hay instituciones que hacen de eso un misterio. Lo maneja una sola persona o dos, y después nadie sabe nada, ni se habla de eso. ¿Cómo funciona eso en nuestros centros barriales? ¿Quién maneja los fondos? ¿Cómo y a quiénes se informa de todo eso? Es muy importante porque tiene que ver con la comunidad de iguales.

¿Qué es lo que se comparte con todos? ¿Qué es lo que queda reservado para algunos? ¿Para quién/es? ¿Por qué? ¿Qué será lo que queda reservado y lo que se comparte con todos? Puede ser: los espacios, la comida, las decisiones, el saber, las capacidades, los contactos. ¿Cómo es eso? Cuando hablamos de transparencia muchas veces nos referimos al dinero, a los fondos, pero la transparencia tiene que ver con todos los aspectos del funcionamiento del centro barrial.

Otra pregunta que vale la pena hacer y pensarla a fondo: los roles. ¿Cómo es la cuestión de los roles en nuestro centro barrial? ¿Son rígidos, establecidos una vez para siempre? ¿Son flexibles, cambiantes? ¿Funcionan de forma rotativa, teniendo también en cuenta los carismas personales? ¿Cómo funciona la división de las tareas y por consiguiente los roles?

En un grupo, en un centro barrial. ¿Cómo es esa animación? ¿Es vertical, es circular? ¿Fija o rotativa? Porque el espíritu de la animación en el centro barrial es circular pero a veces en lo cotidiano aparece lo contrario y es importante siempre volver a esto.

Resumiendo, para buscar su aplicación. ¿Cuáles son los obstáculos para vivir la gestión comunitaria en los Hogares de Cristo? Hay obstáculos desde lo cultural: el culto a la eficiencia, el individualismo feroz y también la división jerárquica de las relaciones interpersonales. También puede haber dificultades desde lo personal. Las personalidades fuertes que se imponen con toda la capacidad y con toda la razón del mundo. Sin embargo, ¿saben qué pasa con ese tipo de personalidades? Juntan todos los poderes y todos los cargos y lo hacen bien, y por otro lado quedan las personalidades sumisas a quienes a veces les resulta muy cómodo y todo parece estar bien. Simplemente no crecen las personas.

La dignidad de la persona está en las decisiones que va tomando y en la posibilidad de participar en esta toma de decisiones. Entonces, ¿cómo organizar una institución en la que todos tengan posibilidad de participar en la toma de decisiones? Aunque a algunos no les guste, ni les resulte cómodo.

¿Cómo hacer para no infantilizar a las personas? A él nunca le vamos a pedir eso porque no sabe. Subestimar, o tratar al otro como un eterno menor de edad. En los equipos no ayuda el trato que no es de igual a igual. Entorpece el caminar comunitario y la gestión comunitaria.

Desde lo organizativo – estructural, el obstáculo más grave y que afecta a la mayoría de las comunidades es: la falta de reflexión sobre el camino que se está haciendo, sobre su propia praxis institucional. Si estamos tan atareados y no tenemos tiempo porque hay situaciones realmente urgentes para resolver y siempre postergamos el revisar, comentar cómo lo hicimos, cómo lo resolvimos. Si nos parece que hay que cambiar algo, cómo se dio la interacción del equipo. Si nunca lo hacemos, no vamos a poder cambiar. Siempre vamos a ser un equipo de bomberos y no se trata de eso.

¿Cómo llegar a ser un centro barrial con gestión institucional comunitaria? Lo primero es querer hacerlo: querer hacer ese recorrido. Ver la necesidad de hacerlo. Y en segundo lugar, hacer una revisión periódica de las actitudes personales y de las prácticas institucionales. Con la serenidad de saber que no es para deprimirse si no nos sale. Los pasos que damos, aunque sean imperfectos o inacabados, son un motivo para festejar y celebrar. Son estas pequeñas victorias que el equipo está haciendo en su caminar hacia la gestión comunitaria. Son los pasos que queremos dar en este servicio de estar “cuerpo a cuerpo”.

Quisimos compartir esta experiencia de una comunidad que también está haciendo el paso de involucrarse y gestionar comunitariamente, cambiando las estructuras que lo impiden, en este servicio hacia las familias y los chicos que atraviesan esta problemática.

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