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Fundación Chaco entregó ropa y calzado a un Centro Barrial de San Carlos en La Plata

Desde la Fundación Chaco que preside Pablo Meza, se aportó ropa y calzado al Centro Barrial “Puertas Abiertas de Hogar de Cristo”, un espacio donde ayudan a la gente del barrio San Carlos de La Plata, tanto en alimentación como en problemas de adicciones, entre otras cosas.

Encabezado por el Secretario de la Fundación Chaco, Facundo Alfonsín, se pudo lograr el contacto con la entidad barrial: “Tuvimos la posibilidad de ayudar y donar ropa y zapatillas para los chicos más necesitados. La gente quedó muy agradecida”.

Por su parte, Griselda Barrionuevo, referente del Centro Barrial, señaló a NOVA que el “trabajo tiene que ver con crear espacios bi participación y donde se pueda recibir la vida como viene, aliviándonos unos a otros. En este camino fuimos aprendiendo que esa construcción tiene que ser comunitaria. No es propiedad de una persona en particular, sino que es una construcción conjunta que se va realizando”.

En cuanto al tiempo que llevan “laburando en el barrio, caminando, desde el 2013, y en un espacio recibiendo a las familias, teniendo un lugar para acoger, para recibir, recién a partir de marzo de este año”.

También señalaron que aportan ayuda a muchos chicos con problemas de adicciones, “tanto a su familia como la persona que está atravesando ese problema de adicciones. Gracias a los curas villeros, pudimos encontrar esta respuesta” de llegar al barrio.

Las personas que conforman el equipo son: Belén (Tallerista de Cuerpo Teatral), Estefi (Cocinera), Celeste (Nutricionista), Marianela (Abogada), Carolina (Trabajadora Social), Ana (Psicóloga), Lorena (Psiquiatra), Mariel (Tallerista de Murga), Jhony (Tallerista de Percusión), entre otros colaboradores.

Indicaron que de manera mensual “vienen a almorzar, hacemos 400 prestaciones de almuerzo. Y se duplicó esa cantidad. En general están viniendo 30 niños y más los adultos son 40 diariamente al momento del almuerzo”.

Sobre las necesidades que tienen dentro del espacio, manifestaron que “hoy por hoy, las familias necesitan cenar, tenemos recursos en mercadería que no nos alcanza para un servicio que nosotros también estamos convocados a brindar que es ofrecerle mercadería a nuestras familias para que puedan construir dignidad de preparar una cena. Nos falta para hacer servicio de alimentación en calle porque hay muchas familias, muchos pibes. Somos la segunda CAC (Casa de Acompañamiento Comunitario). Los alimentos siempre son necesarios”.

Por último, en cuanto a la alimentación, la nutricionista Celeste señaló sobre la complicación por la falta de alimentos “porque todo plato tiene que tener una serie de alimentos. Muchas veces se dificulta porque lo único que hay es arroz, papas, fideos, y no siempre abundan las verduras que hoy en día es lo más costoso. Creo que nuestro mayor desafío es encontrar precios que se adecuen a nuestro presupuesto. Tratamos de armar el plato lo más completo posible”.

Para leer en fuente original en Agencia Nova: http://www.agencianova.com/nota.asp?n=2018_8_17&id=64585&id_tiponota=11

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El Padre Pepe cuenta la experiencia de recuperar adictos de las villas

En Paraná se habilitó un Hogar de Cristo que contiene a jóvenes afectados por los estupefacientes. José María Di Paola realiza varias actividades entre este jueves y viernes.
El Padre ‘Pepe’ Di Paola está al frente del Hogar de Cristo, en la zona de José León Suárez, en Buenos Aires y hace pocos meses se abrió en Paraná una casa en la Parroquia de Lourdes. Llegó hasta la capital entrerriana a dejar su mensaje de esperanza y en especial a misionar en nombre de la Iglesia.
Pepe dialogó con UNO para destacar la tarea del cura Esteban Madrid Páez, quién se encuentra al frente del Hogar de Cristo donde se apuesta a recuperar a numerosas personas afectadas por el flagelo de las drogas.
Di Paola, calzado con ropa rústica, mantiene a rajatabla los preceptos de Jorge Bergoglio, el impulsor del Hogar de Cristo.
El compromiso que asumió, no fue gratuito. A fines del 2010, cuando él y otros sacerdotes difundieron un documento para denunciar que los narcotraficantes estaban inundando las villas con el “paco”, fue amenazado de muerte. “Para qué voy a cambiar el celular, ando con el mismo, ya que me defiende Cristo y la verdad. Después veremos”, dijo con una sonrisa.
Llegó a Paraná para misionar acompañado por varios jóvenes que están en tratamiento en el Hogar de Cristo en Buenos Aires. “Queremos intercambiar las experiencias, escuchar a la gente de Paraná y dejar un claro mensaje, que se puede con voluntad y abriendo el corazón a nuestro señor”, enfatizó.
“Mi idea es prolongar el Hogar de Cristo en barrios y otras ciudades donde no se conoce esta esperanza que sí tienen los chicos de las villas donde está hasta ahora. El objetivo de nuestro centro de recuperación es hacer un trabajo persona-persona, seguimos cada caso, acompañamos a los chicos en ese proceso de cura, les damos contención espiritual. El tema del paco se resuelve en la proximidad con la gente”.
El Hogar de Cristo es un programa de inclusión y acompañamiento integral de usuarios de paco creado en 2008 por Di Paola y otros sacerdotes de Barracas y que hoy lleva adelante la Vicaría para las Villas de Emergencia de la arquidiócesis porteña y mantiene centros barriales allí y en las villas de Retiro y Bajo Flores. “Hoy tomo la decisión de seguir con esa misión inconclusa a la que me siento llamado dentro de la Iglesia. La droga en la vida de estos chicos es aún más grave que en la de los chicos de clases medias y altas porque las perspectivas de futuro que ellos tienen son más pobres que las de aquellos, y eso los desalienta, por eso nos necesitan tanto”.
El padre piensa seguir extendiendo a otros barrios su mano solidaria: cada vez un poco más, para abrazar a más gente que necesite de su apoyo. “La ausencia del Estado en estos sitios es evidente y por eso es muy grande el trabajo que se debe hacer”, resaltó.
El Padre Pepe encabezó una misa en la Parroquia de La Piedad, en Paraná:

Fuente Original de Uno Entre Rios: https://www.unoentrerios.com.ar/la-provincia/el-padre-pepe-cuenta-la-experiencia-recuperar-adictos-las-villas-n1663521.html

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Concretan diversas tareas en la huerta agroecológica del Hogar de Cristo

El pasado miércoles  se puso en marcha la huerta agroecológica del Hogar de Cristo Santo Cura Brochero, en la ciudad de Añatuya. En esta oportunidad, se procedió a la demarcación de 15 canteros y sus pasillos correspondientes para, posteriormente, iniciar el acondicionamiento con vistas a la siembra directa de las especies de la temporada primavera – verano que se aproxima.

Una interesante labor realizada para una mayor captación del agua de lluvia, fue la preparación de los canteros bajo nivel, siendo esta una técnica desarrollada para zonas semi-áridas o de escasas precipitaciones, en donde a su vez el problema de la salinidad excesiva se vuelve limitante para el crecimiento de las verduras.

Nota original de Nuevo Diario Web: http://www.nuevodiarioweb.com.ar/noticias/2018/08/25/164885-concretan-diversas-tareas-en-la-huerta-agroecologica-del-hogar-de-cristo

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La Familia Grande de El Hogar de Cristo en Formosa

Recuperados de las adicciones, la delincuencia y la marginalidad, hoy cuentan sus historias de vida, para que no haya otros jóvenes que pasen por estas situaciones.

Esa es la gran y difícil tarea que se proponen quienes llegaron alguna vez, casi de casualidad, quizás solo por un plato de comida, perdidos, a uno de los Hogares que conforman la Familia Grande, y que se encontraron con más, mucho más: un abrazo, un oído, contención, amor. Todo lo que una familia puede brindar. Eso fue el comienzo, un camino de regreso, que les permitió recuperar sus vidas.

Fue el presbítero José María Di Paola, quien incentivado por el hoy Papa Francisco que organizó uno de los primeros Hogares de Cristo, convertida actualmente  en  Federación y que agrupa centros barriales que tienen como única  finalidad dar respuesta integral a aquellas personas situaciones de vulnerabilidad social y adicción.

La Familia Grande del Hogar de Cristo, afirman, reciben en los Centros Barriales, la vida como viene, en su totalidad y complejidad.

LA HISTORIA DE JUAN MANUEL:

Juan Manuel nació en El Colorado. Se crió en el C5, hasta los 17 años. En el 2001 se fue a Buenos Aires, según él mismo relata, en busca de vientos de cambio. Pero no tuvo mejor idea que cambiar la familia por las drogas. Hoy regresa, en un proceso diferente, con una nueva realidad, y recorre los barrios que lo vieron crecer, esta vez, llevando otro mensaje: Juan Manuel es testimonio viviente de que de las drogas se puede salir.

“Son distintas realidades, diferencias amplias, pero la problemática, después de 16 años de haberme ido y volver a caminar los barrios del C5, siempre está instalada. La problemática no es diferente y  el daño es el mismo. Durante más de quince días estuve recorriendo los barrios. Me encontré con muchos jóvenes excluidos, en vulnerabilidad social, discriminados, flagelos a los que solo Dios puede dar una salida. No vinimos a mirar quien hace y quién no. Vinimos a ser parte de la solución, no del problema. El Hogar de Cristo, como decimos, recibe la vida como es. En el barrio San Juan Bautista está el Centro Barrial que abrió sus   puertas  hace tres años y recibe a los chicos con problemas de adicción, a esas personas que no tienen espacio, porque la sociedad a veces lastima más discriminando que ayudando. Entonces funciona este lugar, que en el que chicos en  diferentes situaciones llegan a tocar las puertas. Hay una realidad social que se puede ver, que la vi yo estos días. Una realidad que si ponemos voluntad, se puede cambiar”.

“Lo que pretendemos es que esos chicos excluidos, adictos, en situación de calle, tengan un lugar en la sociedad, como el que tengo yo hoy en día. Hace cinco años que dejé de ser consumidor de pasta base, de paco, perdí mi familia, perdí un montón de cosas. Hace ocho años estoy en el Hogar de Cristo y cinco que terminé mi proceso de recuperación. Tengo un trabajo, vivo dentro de esos  hogares en Puerta de Hierro, en la zona de La Matanza, catalogado como zona roja en el conurbano bonaerense. Trabajo con chicos que tienen la misma problemática que tuve yo, acompaño vidas, la sabiduría que nos regaló Dios al darnos la oportunidad de una nueva vida, la compartimos. Por eso nos vinimos hasta el barrio Eva Perón, al Centro Belén, que funciona  en la mz 80 casa 16, a sumar nuestra semilla, a decirle a las madres, padres, vecinos,  que hay un lugar en el que podemos acercarnos para ayudar a esas personas que hoy están enfermas, porque las adicciones son sustancias que nos manejan, la idea es que esos chicos no estén en alguna esquina malgastando su vida, sino que cuenten con un espacio donde lo miren diferente”.

La Familia Grande del Hogar de Cristo consigue justamente ayudar a los jóvenes  que se encuentran en diferentes situaciones, a través de voluntarios, ya que son muchas las personas dispuestas a dar ese calor de hogar y conformar esa familia que los reciba.

Talleres, emprendimientos, espacios de oración, acompañamiento espiritual, son algunas de las actividades que se realizan y que, en muchos casos, forman parte del proceso de recuperación de quienes se encontraban dominados por el flagelo de la droga.

Después de diez años de trabajo, acompañan con 92 dispositivos, han formado 37 centros barriales Familia Grande, en 16 provincias.

Formosa no es la excepción, y así llegaron ellos, a recorrer las calles, a contar sus historias, a encontrarse con esos jóvenes, en esos mismos lugares, que como el caso de Juan Manuel, alguna vez fueron su refugio. Pero con otra mirada. Y con mucha fe. Intentando cambiar realidades.  Llevando el mensaje de que es posible, y de que de las drogas, con la ayuda de Dios y mucha voluntad, se sale.

Para leer nota original de la Voz Digital: http://www.radiolavoz.com.ar/locales/2018/9/5/la-familia-grande-de-el-hogar-de-cristo-en-formosa-52865.html

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